LENGUAJE AUDIOVISUAL
Lenguaje Audiovisual
El lenguaje audiovisual constituye un sistema de comunicación multisensorial que favorece los contenidos icónicos en lugar de los verbales, integrando estímulos visuales y sonoros para ofrecer al receptor una experiencia cohesiva y un entendimiento integral de la información. Se fundamenta en un conjunto de símbolos y reglas de uso que posibilitan la comunicación entre individuos.
Desde la perspectiva semántica, es crucial diferenciar entre el significado denotativo, que representa el sentido objetivo y característico de la imagen, y los significados connotativos, que son subjetivos y dependen de la interpretación personal del observador. Los elementos estéticos y educativos son igualmente importantes, dado que la intención pedagógica puede afectar el diseño y la forma en que se presenta el contenido.
Un ejemplo representativo es un póster publicitario en contra del consumo de tabaco. En el nivel denotativo, presenta dos cigarrillos ardiendo y emitiendo humo, sobre un fondo blanco. En el ámbito connotativo, este cartel crea una comparación visual entre el humo de los cigarrillos y el humo de los ataques a las Torres Gemelas, utilizando un conocimiento previo del suceso para fortalecer el mensaje. El grupo de interés son adultos anglosajones fumadores, conocedores de estos acontecimientos históricos.
El lenguaje audiovisual incluye múltiples aspectos. Los aspectos morfológicos hacen referencia a la composición de los elementos visuales y sonoros. Estos componentes se unen según reglas sintácticas que afectan el significado definitivo del mensaje. La publicidad y la propaganda son métodos que intentan motivar al consumidor a comprar productos o aceptar creencias. Las dos emplean los medios de comunicación masiva. La publicidad adopta un enfoque informativo y narrativo, comunica valores y pretende comercializar productos, frecuentemente estableciendo primero valores, fomentando el deseo y generando necesidades. La propaganda, por el contrario, busca afectar la ideología de los individuos.
La publicidad efectiva se basa en el modelo AIDA, que incluye cuatro etapas: atraer la atención del consumidor, generar interés, crear el deseo de adquisición y, por último, motivar a la acción de compra. Existen ejemplos de esta clase de comunicación en varias campañas publicitarias y en videos didácticos que se pueden encontrar en plataformas como YouTube.
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